Debo decir que estoy de acuerdo con Carrie Bradshaw, el cuarto más importante de una casa para una mujer es el closet. Es el sitio donde guardamos ropa, accesorios, bolsos, un espejo de cuerpo completo, en el caso de las más afortunadas más de un espejo y la prenda de vestir que todas las mujeres amamos: los zapatos. Porque en esto también estoy de acuerdo con la protagonista de Sex and the City, adoro los zapatos.
El closet también es mi sitio favorito de la casa porque es donde puedo estar sola cuando lo necesito, allí puedo pensar, llorar, desahogarme, sin que nadie me moleste. Cuando digo alguien, me refiero a mi esposo, pues solo vivimos los dos en una casa grande, no tenemos hijos.
Esto ocurre generalmente los viernes, son los días en que mi esposo sale con sus amigos y se pasa de tragos, cuando llega a la casa a veces se pone violento, se enoja por cualquier cosa y no puede controlarse.
Aunque ahora que lo pienso bien, otros días en que no está con tragos también es un poco grosero, me levanta la voz sino estoy de acuerdo con él en algo, cuando discutimos es grosero, me echa en cara que él me mantiene y que complace todos mis gustos.
Creo que debo de tener un poco más de paciencia con él, cuando estamos bien él es cariñoso y detallista.
Debo confesar que en algunas ocasiones ha pasado al maltrato físico, yo no se lo he dicho a nadie, mis amigas piensan que tengo una vida perfecta y que soy muy feliz en mi matrimonio. No quiero quejarme con ellas, a lo mejor lo mío no es tan grave, hay personas que tienen problemas reales. Mi madre sospecha que algo pasa, debe ser el sexto sentido de las madres, ella ha notado ciertos comportamientos en él cuando hemos compartido con ella, pero me avergüenza contarle algo. No quiero que se preocupe por mí.
Esta noche es nuestro aniversario, he preparado una cena, fui a la peluquería, me arreglé muy bien para que él me encuentre hermosa y le compré un regalo.
Son las diez de la noche y no ha llegado, ya tengo sueño. Decido recostarme un rato, me quedé dormida. Mi esposo llegó como a la una de la madrugada, estaba un poco tomado, yo me desperté y empezamos a discutir, yo estaba muy enojada, él también se alteró mucho. Luego de ver que la discusión no iba para ninguna parte y que él ya se estaba tornando violento trate de dejar las cosas así, pero ya era demasiado tarde. El me dio una bofetada, caí a la cama.
Salí rápidamente de la habitación, iba a bajar las escaleras, él me agarró del brazo, forcejeamos un rato, perdí el equilibrio en una de las gradas y caí.
Ahora veo a mi madre al lado de mi cuerpo, llora desconsoladamente, él se pasea por la sala, le dice a mi madre que fue un accidente, que nosotros discutimos y que cuando yo salí de la habitación caí por la escalera. Llegan las autoridades y creen su versión.
Vuelvo a mi closet, allí me siento segura, pero se siente una soledad inmensa.
Ahora ya no importa que llore, nadie se da cuenta, ahora pienso que debí actuar a tiempo, debí hablar con alguien, debí parar el maltrato cuando recién empezó. Fui muy cobarde, me daba miedo enfrentarlo, me daba miedo encarar la vida por mí misma. Ahora es demasiado tarde. Ahora, ya estoy en el closet por siempre.
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