Mildred Nino

18 de sep de 20202 min.

El hermano de Arturo

Actualizado: 1 de nov de 2020

—Arturo trata de calmarte, por favor, mira que ponerte así no va a solucionar nada.

—Claro, eso lo dices tú porque siempre has sido tan calmado, tan relajado, tan…

—Mira, ya hundimos el botón de emergencia del ascensor, así que no demoran en sacarnos de aquí.

—Alfredo, en serio crees que nos van a sacar de este elevador de los mil demonios?

—Por supuesto hermanito, este tipo de incidentes suelen pasar en los ascensores, no te preocupes más.

—Eso espero, yo he leído que la gente que se queda atrapada en elevadores generalmente sufre algún ataque, y yo sinceramente no me estoy sintiendo muy bien.

—No me asustes Arturo, mira que sólo llevamos cinco minutos acá adentro.

—Sí, pero parece que fue hace horas que se quedó atascado este aparato. Y yo tengo mucho calor.

—Arturo trata de respirar despacio, inhala y exhala lentamente, cuenta hasta 10 cada vez.

—Y eso ¿dónde lo aprendiste?

—En la India, es un tipo de relajación que hacen los monjes budistas.

—Yo no recuerdo que hayas estado en la India, ¿cuándo fue eso?

—Ay Arturo, pero si fue hace tres años, después de la muerte de mamá.

—No lo recuerdo.

—Bueno ponte a hacer la respiración como te dije.

—Ya acabé con la dichosa técnica de relajación, pero no siento mejoría.

—Arturo, trata de pensar en otra cosa, cuéntame cómo ha ido tu semana.

—Pesimamente, en el trabajo me han quitado horas, dicen que la demanda ahora está muy baja y me aburro cantidades en la casa. Y no sé creo que algo me pasa, porque a veces encuentro cosas en casa que no recuerdo.

—Cosas, ¿cómo qué?

—Pues el otro día encontré una revista de Hoteles, pero estoy seguro que no es mía, a mí no me gusta viajar, no sé, quizás alguien la dejo allí.

—Seguro que algún amigo tuyo despistado la dejó en tu casa, o algún vecino.

—También encontré una sombrilla verde en la cocina, pero la mía es negra y también estaba en casa.

—Seguro que eso también tiene una explicación lógica, no creo que se trate de algo inusual.

—Alfredo, tú siempre tan centrado. Creo que no me simpatizas.

Afuera del ascensor se oyeron unas voces que hablaban:

—No se preocupe señorita ya vamos a sacar a su hermano—dijo el señor de mantenimiento.

—Le agradezco mucho, mi hermano Arturo sufre de trastorno de identidad disociativo y este tipo de cosas lo pone muy mal.

—Trastorno ¿qué? — preguntó el señor de mantenimiento con cara de asombro.

—Tiene doble personalidad—contestó la hermana de Arturo.

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